Recife es hoy la ciudad más importante del Noreste, un polo comercial e industrial muy dinámico y para satisfacer las necesidades del turismo tanto corporativo como de ocio, ofrece una variada oferta hotelera, con aproximadamente doce mil plazas, entre grandes cadenas hoteleras y hoteles independientes.

Durante la temporada alta (enero, febrero, julio y diciembre) las tasas de ocupación alcanzan casi el 100%. La playa de Boa Viagem ofrece a los turistas los mejores hoteles de la ciudad y también la belleza de la playa más importante de Recife.

Recife es también uno de los centros gastronómicos más importantes de Brasil, que van desde los menús más tradicionales de la cocina local hasta opciones más internacionales, lo que lo convierte en el 1er polo gastronómico del Norte / Noreste y el 3er de Brasil.

La cocina típica de Pernambuco nació en los pueblos de los indígenas, en las casas de los esclavos de las haciendas, en las cocinas de los monasterios, en los espacios destinados a la práctica del Candomblé y en la playa. Varias recetas originales de otros continentes han sido adaptadas con ingredientes que se encuentran fácilmente en la región, dando como resultado combinaciones de sabores y aromas sin precedentes.

Los platos más populares son: carne de sol, queso coalho, arrumadinho, escondidinho, sururu, caldeirada, chambaril, la carne salada, bredo de coco, quibebe, tapioca, angu, o mungunzá salado, sarapatel, buchada y frijol de coco, entre otros.

También hay un sin fin de dulces caseros que forman parte de la cocina tradicional de Pernambuco: dulce de camote, de yaca, de guayaba, plátanos en rodajas, carambolas estrella, papaya verde, nego bom, dulce de coco blanco y negro, pasas de anacardo, torta de cuenca, bizcocho de hojaldre, y los ultra famosos rollo de bizcocho y pastel Souza Leão, que recibieron, por ley, la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Pernambuco.

Es hora de volver a la nave histórica, que ahora nos llevará a la costa sur de Pernambuco.